#1. Mantén a la mano los objetos de uso diario

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Puede parecer un poco obvio, pero tenerlos a la mano puede ser más que organizar ollas y sartenes cerca de la estufa. Ten en cuenta qué especias, aceites, ingredientes y bocadillos usas con frecuencia y colócalos en un lugar accesible para todos. Pequeñas acciones pueden hacer tu experiencia de cocina más fácil y por ende más disfrutable.
 

#2. Sé creativo con el espacio

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Si tienes espacio de almacenamiento limitado, sé creativo con el espacio disponible. Coloca rejillas para armarios más grandes y almacenar artículos de cocina como tostadoras, batidoras, licuadoras y otros utensilios. Si tienes espacio, instala 1 o 2 estantes para tus recetarios. Considera un estante portátil para suministros de cocina adicionales. Incluso puedes instalar pequeños ganchos dentro de las puertas del gabinete para colgar pequeños utensilios de cocina.

#3. Usa frascos transparentes

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Dale un buen uso a tu colección de tarros de cristal transparentes. Retira los productos secos como cereales, nueces, semillas, pasta y arroz de su embalaje y colócalos en frascos de vidrio u otros recipientes transparentes. La mayoría de las veces, mantenemos embalajes voluminosos e innecesarios, lo que crea armarios estrechos. (Por ejemplo las cajas de cereales). En su lugar, usa frascos de vidrio para ver la belleza y la simplicidad de la comida.